Acerca de nosotras...

Quise empezar hacer un blog desde hace ya unos años, pero el no saber cómo enfocarlo, la falta de tiempo o quizás las excusas que yo misma me he ido poniendo no lo hicieron posible. A día de hoy y teniendo gente a mi alrededor que me inspiró en cómo gastar mi poco tiempo libre, he decidido que ya era hora. Pero no estaré sola en esta andadura, puesto que me traigo una compañera de viaje, ya que con mis poderes de convencimiento ha aceptado a ser parte de esto. Mi hermana Alicia, que con su apoyo, sus ganas, sus ideas y su confianza y junto con lo que pueda aportar yo, vamos hacer de esto, nuestro gran pasaporte para nuestros sueños.

Hace mucho tiempo leí este articulo (realmente no me acuerdo de donde) y se que me cambio la manera de pensar. Y es que siempre pensamos que no tenemos las cosas materiales suficientes y realmente de lo que no tenemos suficiente son de experiencias. 
Hace ya unos años conocí a alguien que me guío a no quedarme parada. A conocer y visitar. A recorrer sitios que siempre están ahí y que vamos dejando pasar. A gastar menos en cosas materiales y más en vivir. Si en esto tengo una compañera, en el tengo a mi compañero de viaje y no solo de eso si no en la vida también. 

Y es que al final de lo que más disfrutamos son de esos viajes que hacemos con ilusión y con la gente que queremos. Nos pasaran cosas buenas y algunas no tan buenas, nos llevamos anécdotas, amigos, aprendizajes y sobre todo muchísimas experiencias. Y para nosotras esa es la mejor manera de gastar nuestro dinero y tiempo.


Tu dinero no es infinito, así que gástalo en lo que esta investigación dice que te hace feliz.
Sabemos que el dinero puede hacernos felices, pero cuando ya podemos solventar nuestras necesidades básicas, no nos hace mucho más felices. Una de las grandes preguntas que nos hacemos es cómo podemos distribuir nuestro dinero, ya que para la mayoría de nosotros es un recurso limitado.

Hay una suposición que suena muy lógica cuando la gente gasta su dinero: Un objeto material me durará más tiempo, por lo que me hará sentir una felicidad más duradera que ir a un concierto o disfrutar de unas vacaciones por ciertos días. Pero este estudio nos recalca que ese pensamiento es totalmente errado.

Thomas Gilovich es un profesor de psicología que ha estado estudiando estos cuestionamientos por más de dos décadas y ha dicho que uno de los enemigos de la felicidad es la adaptación. ¿por qué? Según él, nosotros nos compramos ciertas cosas para hacernos felices, y lo logramos. Pero, solo por un tiempo porque nos emocionamos solo cuando las cosas son nuevas, pero después nos acostumbramos y dejamos de sentir esa felicidad.

Por lo que Gilovich nos recomienda que gastemos nuestro dinero en experiencias como ir a exposiciones de arte, hacer actividades al aire libre, aprender nuevas habilidades o viajar en vez de comprarnos el último iPhone o un auto último modelo.

El profesional asegura que estos estudios psicológicos lo llevó a deducir que el dinero compra la felicidad, pero hasta cierto punto. Gilovich cuenta que se le hizo un estudio a ciertas personas y se les preguntó su nivel de felicidad al momento de gastar su dinero en cosas materiales o experiencias. Quienes compraron cosas, experimentaron un nivel de felicidad igual al que tenían antes y con el tiempo esta disminuyó aún más. Por otro lado, quienes decidieron vivir experiencias, demostraron tener una felicidad mucho mayor.

Suena contradictorio decir que un objeto físico que sí permanece en el tiempo, no te hace feliz como sí lo hacen las experiencias.Pueden pensar que es irónico, pero esto se explica nuevamente con el fenómeno de adaptación porque nos acostumbramos a tener esa cosa por lo que pasa a ser algo normal en nuestras vidas. En cambio las experiencias se arraigan en nuestra identidad y memoria.
“Nuestras experiencias nos completan mucho más que las cosas materiales. Te pueden gustar mucho tus nuevas adquisiciones e incluso puedes pensar que parte de tu identidad está conectado con estas cosas, no obstante, las separarás de ti cuando ya te acostumbres a tenerlas. En cambio,tus experiencias realmente son parte de tu identidad porque nosotros somos la suma de todas nuestras vivencias”, comenta Gilovich.

Otro estudio realizado por el psicólogo, nos muestra que incluso si tenemos una experiencia negativa que impacta en nuestra felicidad, ésta nos hará más felices después de que hablemos sobre ese tema y hasta nos riamos del mal momento que vivimos, ya que nos fortaleció y dio más experiencia en esta vida.

Otra razón es que cuando compartimos experiencias con los demás, nos conectamos mucho más con las personas que compartiendo nuestras nuevas adquisiciones materiales. Te unirás mucho más con alguien que compartiste unas vacaciones en algún lugar, que con alguien que también se compró la televisión más moderna.
“Consumimos experiencias directamente con las otras personas. Después de que las experimentamos, pasan a ser parte de nuestras historias para contar”, explica Gilovich.

Si la sociedad pusiera en práctica los resultados de este estudio, no solo los individuos se tendrían que preocupar de cómo manejar sus ingresos para ser más felices, si no que quienes gobiernan, por ejemplo, se deberían preocupar del cuidado de los espacios recreativos. Como sociedad deberíamos facilitar el hecho de que las personas puedan vivir muchas más experiencias.

(Artículo de internet)
Marta



Y aquí estoy yo, la otra parte de este Blog, soñando con que un día visitaré todos los sitios que un día voy apuntando en una lista que de momento no tiene fin... ¿Con quién? Sola, con pareja, con amigos, con familia... no importa porque cada viaje es único por cómo se haga, con la ilusión con la que se empiece, con la compañía que en ese momento se realiza o las circunstancias que te rodean en ese instante. Todo ello hace que esa experiencia sea excepcional, que se quede dentro de ti un pedacito de aquel sitio que has tenido la suerte de visitar por muchos o pocos días, da igual el tiempo que estés si te empapas bien de la esencia de cada lugar.

Este poema podría definir lo que siento por aquella gran o pequeña aventura que un día decidimos emprender, para regresar sí, pero siempre para disfrutar.

Viajar es marcharse de casa,
es dejar los amigos
es intentar volar
volar conociendo otras ramas 
recorriendo caminos
es intentar cambiar.
Viajar es vestirse de loco
es decir “no me importa
es querer regresar.
Regresar valorando lo poco
saboreando una copa,
es desear empezar.
Viajar es sentirse poeta,
es escribir una carta, 
es querer abrazar. 
Abrazar al llegar a una puerta
añorando la calma 
es dejarse besar.
Viajar es volverse mundano 
es conocer otra gente
es volver a empezar. 
Empezar extendiendo la mano,
aprendiendo del fuerte, 
es sentir soledad.
Viajar es marcharse de casa,
es vestirse de loco
diciendo todo y nada con una postal,
Es dormir en otra cama,
sentir que el tiempo es corto,
viajar es regresar.
-Gabriel Garcia Márquez-

Alicia

Comentarios

Entradas populares

Siena, Italia.

Roadtrip, 15 dias en Francia

El Camino del Rey, Málaga